El ministro de la presidencia, Rodolfo Pastor, desvela un panorama desalentador sobre la llegada de la CICIH a Honduras, alegando que tomará años. ¿Cuáles son las verdaderas razones detrás de esta demora? El equipo de Kosmopolitik indaga en las similitudes con la instalación de la CICIG en Guatemala, desenterrando obstáculos y revelando una trama que desafía la transparencia y el fortalecimiento de la justicia.
El enigma de la CICIH: ¿Por qué la demora en Honduras?
El ministro de la presidencia, Rodolfo Pastor, ha declarado a los medios que la CICIH no aterrizará en Honduras en el corto plazo, argumentando que es una situación normal y comparándola con la experiencia de Guatemala, donde la CICIG tardó ocho años en establecerse. Sin embargo, las razones detrás de esta dilación no son tan sencillas como las presenta el funcionario.
“La CICIH no va a llegar a Honduras hasta dentro de unos años” – Rodolfo Pastor
En un intento por desentrañar la verdad, Kosmopolitik ha accedido al informe de la CICIG en Guatemala, descubriendo sorprendentes paralelismos con las trabas que actualmente enfrenta la ONU para instalar la CICIH en Honduras.
Contexto CICIG Guatemala: Un precedente inquietante
La CICIG comenzó su labor en Guatemala en 2007, en un escenario de deterioro del Estado de derecho, violencia, e impunidad rampante. La CICIG se erigió como un instrumento crucial para enfrentar a las redes político-económicas ilícitas que operaban impunemente, fusionándose con estructuras estatales.
“Guatemala es un país ideal para cometer un asesinato” – Philip Alston, Relator Especial de la ONU
Contrario a lo que Pastor sugiere, la CICIG guatemalteca se enfrentó a considerables obstáculos. Políticos y empresarios del gobierno de Oscar Berger temían su llegada, revelando un miedo compartido tanto por la administración como por la oposición a ser juzgados por una justicia más efectiva que la local.
Un punto de inflexión traumático para Guatemala
El asesinato de parlamentarios salvadoreños del Parlamento Centroamericano con sede en Ciudad de Guatemala, marcó un antes y un después en la sociedad guatemalteca, generando presiones internacionales que llevaron al Congreso a aprobar la CICIG. En Honduras, la situación difiere, ya que la falta de acuerdo entre el gobierno y la oposición revela un desconocimiento sobre la importancia del diálogo y la transparencia.
La CICIH: Más que una necesidad, una urgencia
Con la llegada de la CICIG a Guatemala, casos de corrupción afloraron, y juicios y condenas se sucedieron. La ex primera dama Sandra Torres fue encarcelada por corrupción electoral, y el expresidente Otto Pérez Molina condenado a ocho años de prisión por enriquecimiento ilícito gracias a la propia justicia guatemalteca reforzada tras el paso de la CICIG.
En Honduras, la justicia solo ha sido ejecutada por Estados Unidos, enviando a prisión al expresidente Juan Orlando Hernández. ¿Hasta cuándo el pueblo hondureño debe esperar la acción de su propia justicia?
Los obstáculos en Honduras: Un reflejo de la realidad guatemalteca
En Honduras, la CICIH enfrenta desafíos similares: una red de actores políticos, empresariales, militares y policiales que obstruyen su llegada. El gobierno de Xiomara Castro parece respaldar estas barreras, todo en un esfuerzo por proteger a aquellos presuntamente involucrados en el narcotráfico.
La cruda realidad: La CICIH no llega por falta de voluntad y diálogo
El ministro Pastor omite reconocer que la CICIH no llega a Honduras por la falta de voluntad del gobierno de Xiomara Castro y la incapacidad para trabajar en el diálogo y el consenso. La verdad debe prevalecer, y la CICIH es una necesidad urgente para salvaguardar la justicia y la democracia en Honduras.
